17 noviembre 2010

Me vais a perdonar...


No, no es que no esté inspirada ni algo por el estilo. No, no es que esté buscando una excusa peregrina para justificar mi últimamente bastante pobre aportación al blog. ¡Que va! Justo al contrario. ¡Y es que mis dedos no dejan de teclear! tiqui,tiqui,tiqui... Se me ha metido una idea entre ceja y ceja y ¡hala, que me he lanzado a escribir una novela!... Vale, vale, menos sonrisitas... que os estoy viendo... 

Hace un año, pizca arriba pizca abajo, abrí este blog. En este tiempo, por mi vida ha pasado un terremoto, bueno, quizá el terremoto ocurrió antes y este blog es su lógica consecuencia. Necesitaba escribir, soltar lastre, amarras, hiel y adrenalina, y a día de hoy la necesidad se ha convertido en puro vicio. 

Así que aquí estoy, enviciadita perdida, pegándole patadas al diccionario, atornillando metáforas, ensamblando verbos, condecorándolos con adjetivos plausibles y sobre todo, sobre todo, disfrutando mucho.

 En el bolsillo de los poemas debo tener algún agujero, porque  por más que rebusco no encuentro ni uno. Así que me vais a perdonar. En cuanto localice el costurero le hago un remiendo.

  Besos, escritos.

P.D.- tiqui, tiqui, tiqui...