10 julio 2011

El que esté sin pecado...



Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo:
 El que de vosotros esté sin pecado
 sea el primero en arrojar la piedra contra ella”
 Jn 8:7




¡Y qué garganta no tiene una espina clavada!

¡Y qué besos no buscan la boca prohibida!

¡Y qué pies no pisaron el fango!

¡Y qué viento no soliviantó un mar en calma!

¡Y qué gota de lluvia no acaricia la frente proscrita!

¡Y qué mansedumbre no fermenta el pecado!

¡Y qué sombra no lame la luz que enmascara!

¡Y qué corazón no remolca una pasión clandestina!

¡Y qué noche no vendió su alma al diablo

por yacer -a cuatro manos- en el tálamo del día!


7 comentarios:

Mercedes Ridocci dijo...

¡Jolín! me encanta como escribes, de hecho se lo he comentado a Ramón.
Eres capaz de sacar lo "que esconde" el corazón, lo que casi nadie se atreve a decir, con palabras sencillas, fuertes y poéticas.

Un bran abrazo

Liliane dijo...

"¡Y qué noche no vendió su alma al diablo

por yacer -a cuatro manos- en el tálamo del día!"


¡Qué linda poesía!

Te visito desde hace mucho aunque es la primera vez que dejo un comentario.

¡Tu blog es estupendo!


Abrazos

Mario dijo...

Soy una espina que no conoce garganta…

Soy una garganta exploradora de profundidades…

Soy un diablo desalmado que vendió su noche a un sol injusto…

Soy un clandestino trasplantado de corazón…

Soy un corazón donante de clandestinidades…

Soy una sombra que enmascara sueños cuando enciende la luz…

Soy un pecado mansamente pasivo en boca ajena…

Soy la tormenta perfecta que derrama océanos sobre frentes marchitas…

Soy un mar que no conoce la calma…

Soy un viento que solivianta vidas que acaban en mares muertos…

Soy fango, písame, moldéame…

Soy pie, que anda las historias, que camina las músicas, que conduce a ninguna parte…

Soy boca prohibida en busca de besos furtivos…

Soy una espina que no conoce garganta…

SOY...

Y al ser cómo soy no puedo hacer otra cosa que felicitarte por estos poemas.

Gracias por escribir-sentir-vivir.

Un saludo.

Mario

Laura dijo...

oh! como siempre perfecto!
besos y abrazos.

Anónimo dijo...

Muy hermosas y acertadas tus palabras. Así es, quién que pertenezca al mundo no ha probado las mieles y las hieles. Es tan fácil comprendernos los unos a los otros, solo tenemos que conocernos a nosotros mismos.
Un abrazo.

Noesperesnada dijo...

Y que buena manera de embellecer el pecado, que por prohibido, termina siendo una invitación a visitarlo.

Anónimo dijo...

Somos la contradicción y la contradicción se ceba en nosotros. Y que así siga siendo...
Precioso.
Besos.