11 enero 2012

El eco
















El eco tiene motivos que la palabra desconoce.


Por eso conjuga silencios copulativos,

sombras bífidas,


ofrendas amarteladas.


Y enarena los ojos del viento


abocándolo a un discurrir de curvas imprecisas.


El eco no tiene prisa.


Pues no es el tiempo su ley;

es su coartada.

3 comentarios:

noah dijo...

Precioso y preciso poema.

Felicidades Jasonia

Mario dijo...

Felicidades por tu poema, por regresar a los versos acordados. Porque es una pena que un sitio como este se despueble de letras...

Me sigue pareciendo increíble, o estúpido, que no puedas publicar en otros sitios. Bueno, no sé si puedes, quizá este poniéndole cremita retórica a alguien que escribe a diestro y siniestro en infinidad de lugares y que, a modo de entretenimiento, deja aquí sus migajas de manera anónima, y divertida, o algo así...

En fin, que si las armas las carga el diablo, la poesía la cargas tú, y algunos otros, también.

Un saludo

FRANK RUFFINO dijo...

Arribo a tierras de Jasonia, vengo ciego: no sé si toco isla o tierra continental, da igual si todo es isla en el universo! De lo que estoy seguro es que palpo, huelo, veo, escucho.....siento buena tu poesía, meditativa, como me hace bien.

Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,

Frank Ruffino