21 febrero 2011

...relativa-mente


Tengo un pequeño terreno. Bueno, lo de pequeño es relativo, depende de la altura del google maps desde donde se mire. Llevo diez años sembrándolo de sueños. Antes sembraba también patatas, puerros, lechugas, rabanitos...pero los sueños dan menos trabajo. Bueno, eso también es relativo, y depende fundamentalmente del Euribor.
El caso es que mientras ambos, sueños y Euribor, se ponen de acuerdo, allí hay poco más que un almacén donde dormitan herramientas, ropa en desuso, y trastos varios, ¡ah! y un frigorífico que sólo congela.
Hoy entraron a robar. Pero eso, como todo, también es relativo.

No han tocado ni un trasto, ni una herramienta, ni una ropa. Pero se han llevado toda la comida. Toda. Y juro que el "frigo-congelante" estaba repleto. ¿Acaso eso es robar?


En fin, a falta de viandas, seguiré comiéndome el coco...
Espero al menos que, sea a quien sea, le aproveche.
Relativamente...

6 comentarios:

Amando Carabias dijo...

Pues si que es duro, en el fondo, lo que cuentas, aunque lo haces con esa ironía y sentido del humor que hace que uno sonría.
Si te respetaron todo (incluyendo los sueños), menos la comida, quizá tengas razón y no sea estrictamente robar.

Mercedes Ridocci dijo...

¡QUE NUNCA TE ROBEN LOS SUEÑOS!
Es el bien más preciado, lo demás se puede recuperar.
Hermoso texto.
Un abrazo
Mercedes

Unknown dijo...

Bueno a lo mejor tenian hambre. A mi hace cosa de un mes me atracaron en mi comercio, es una panaderia, comida no se llebaron, solo dinero, hambre no debian de tener. En fín un saludo

César Sempere dijo...

Robar comida no es robar.

Besos,

Laura dijo...

jajajaj me ha hecho mucha gracia... perdon!
una denuncia y que cubra el seguro....bueno, si lo tienes claro....no todas las compañias aseguran sueños.... ;)
besos

Mario dijo...

Lo del seguro, seguro que también es relativo... Porque conozco a alguien que lleva reclamando no se qué, no sé cuánto tiempo a su compañía y ahí sigue, dándole que te pego... de litigio en litigio y tiro porque...

En fin, que es un goce supremo leer tus ocurrencias... que no disfrutar con lo que te ocurre, no... Pero contarlo como lo haces es, sencillamente, un regalo.

Un abrazo, relativo.

Mario